Problemas digestivos en mascotas
Atentos para identificarlos y acudir cuanto antes
Los cambios en el comportamiento de los animales suelen constituir los primeros signos de que algo no va bien. Cuando tu mascota cambie su comportamiento, obsérvalo ya que es posible que tengáis que acudir al veterinario para encontrar la causa. Pueden ser cambios sutiles, como por ejemplo permanecer más tiempo inmóviles (muy frecuente en el caso de los gatos cuando les pasa algo), lamer el suelo (signo frecuente de gastritis), comer hierba o más evidentes, como dejar de comer, comer más de la cuenta, destruir objetos cotidianos o comer heces (frecuente en perros).

En el caso de los problemas gastrointestinales estos cambios, y otros, ocurren a menudo por dolor, molestias o irritación. En la mayoría de los casos, pasan desapercibidos o se atribuyen a causas educativas cuando la realidad es que ocurren por causas médicas.
Los signos gastrointestinales por excelencia a los que solemos prestar más atención son la diarrea y el vómito. A veces no les damos importancia porque no ocurren a menudo, por ejemplo, vómitos o diarreas esporádicos, flatulencias ocasionales, estreñimiento, gases. Dejarlos pasar y esperar a ver si se soluciona solos es un error frecuente entre muchos petparents.
Otras veces son signos más agudos y notables, como una diarrea profusa o sanguinolenta o un vomito insistente, que nos llama más la atención y nos produce más preocupación por la salud de nuestra mascota.
Pero el hecho de que los signos sean o no llamativos no te tiene que hacer desatender la salud y bienestar de tu mascota. Es muy importante informar a tu veterinario de confianza de estos síntomas, ya que algunos problemas pueden ser graves o hacerse crónicos y luego puede ser más difícil y costoso el diagnóstico y el tratamiento.
¿De dónde pueden venir los problemas digestivos o gastrointestinales en tu mascota?
Las causas y el origen pueden ser muy diverso. Tu veterinario tendrá que realizar diversas pruebas diagnósticas para descartar las posibles patologías que pueden existir.
Algunas de las causas tienen que ver con la alimentación: cambios bruscos en la misma, carencia o exceso de nutrientes, intolerancias o alergias alimentarias, ingestión de alimentos u otras sustancias tóxicas, obstrucciones intestinales por cuerpos extraños como huesos o juguetes.
En otras ocasiones el origen puede ser infeccioso (virus, bacterias o parásitos), de tipo tumoral, hormonal, farmacológico o un largo etcétera.
La zona del aparato digestivo afectada también puede variar. El aparato digestivo se compone de varias partes: boca, esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso, páncreas, hígado. Y el curso de la enfermedad puede ser agudo, si es reciente, por ejemplo, una intoxicación, o crónico si lleva tiempo, por ejemplo, una enfermedad inflamatoria intestinal.

La inflamación de las diferentes zonas del tracto digestivo y la disbiosis de la microbiota intestinal son dos de las alteraciones que más frecuentemente se producen en estas patologías.
La microbiota o también llamada flora intestinal (aunque en realidad es fauna) son unos microorganismos que viven en el intestino y que desempeñan un papel clave en la digestión de los alimentos y que actualmente se ha descubierto que tienen relación con el cerebro, con el comportamiento, con el estrés, con la agresividad, con la epilepsia, con la inmunidad, con la memoria y con el envejecimiento cerebral. De ahí la importancia de controlar la dieta, la calidad y la composición de la misma y de administrar elementos como prebióticos y probióticos en diversas patologías relacionadas con trastornos gastrointestinales, neurológicos, conductuales e inmunitarios.
Seguramente habrás oído hablar del microbioma y de los prebióticos y probióticos. ¿Sabes distinguirlos?
Es muy fácil, los probióticos son microorganismos en sí, que se añaden para repoblar el intestino, como el Probiotic digest, con cepas de la bacteria Enterococus faecium.
Los prebióticos son nutrientes que se añaden para favorecer el crecimiento de esos microorganismos que viven en el intestino, como el Prebiotic carbon, con carbón vegetal, menta y anís, fructooligosacáridos (FOS) y manaonoligosacáridos (MOS).
Ambos van a favorecer que todas las funciones en las que interviene esta fauna intestinal se restauren y van a ayudar a que los síntomas se reduzcan mejorando la salud digestiva de tu peludo compañero.
¡Esperamos que esta información te haya sido útil y te ayude a cuidar de tu peludo!
¡Cuéntanos! ¿Tiene o ha tenido algún problema tu consentido?
